martes, 26 de abril de 2016

Contra la crisis de los cuarenta

Son ya cuarenta y uno, impar y pasa,
y va el azar girando su ruleta
ajeno a un dios que ahoga pero aprieta,
persiguiendo un reloj que nunca atrasa.

Quizás sea la crisis que me arrasa,
el caso es que el actor que me interpreta
me dice que me corte la coleta,
que si un día hubo fuego, ya no hay brasa.

Y yo que no me engaño al solitario,
rebusco en los cajones mi cuaderno,
encierro mi desdén con siete llaves

y enciendo un verso libre y proletario.
Si quiere prisioneros el invierno,
tendrá antes que quemar todas mis naves.

4 comentarios:

Fina Tizón dijo...

...y mientras esa lucha sea el bastón que nos sostiene, seremos capaces de mantener a raya el invierno
Un soneto contundente con gran mensaje positivo.
Abrazo, Ismael
Fina

Ginebra Blonde dijo...

Pues que el tiempo marque su paso en la carne, porque lo que es en el alma y la mente, más difícil lo tiene… Que no decaiga el espíritu! ;-)

Mil Bsoss!!

Gladys dijo...

El tiempo siempre alerta a dejarnos atrás, sin darnos cuenta, un hermoso poema lleno de realidades.

Un abrazo feliz semana amigo.

Micaela dijo...

El tiempo fluye sin cesar, es inevitable, pero piensa que nos hace ser más sabios y conscientes. Un abrazo.